El Poltergeist de Rosenheim

El día de hoy, nos reunimos para comer en casa de mi madre, durante la sobremesa comentamos que hace un par de días mis primos pasaron a saludar y preguntaron ¿quién era la niña que estaba en el patio trasero? Mi hermana, sorprendida, respondió que no había nadie más en la casa.


Lo curioso es que varias personas hemos visto a esta supuesta niña merodeando por la casa, en mi caso particular, sólo veo una sombra que describiría como tímida, ya que sólo se pasea sin dejarse observar a detalle.

Como ustedes sabrán, cada que se comienza una plática de este tipo, alguien más hace aportaciones sobre el tema y se presumen historias que le suceden a algún familiar o amigo cercano. Esto fue lo que me hizo recordar el famoso caso del Poltergeist de Rosenheim que quizá sea uno de los más famosos de su tipo.

¿Qué significa Poltergeist?
  • Poltern: Ruido
  • Geist: Espíritu

Poltergeist: Es un supuesto fenómeno paranormal que engloba cualquier hecho perceptible, de naturaleza violenta e inexplicable inicialmente por la física, producido por una entidad o energía imperceptible.

El término, suele utilizarse coloquialmente para definir los acontecimientos violentos que suceden en un lugar supuestamente encantado y para los cuales no existe una causa aparente que pueda describir la ciencia.

Entre los fenómenos, se incluyen por lo general, ruidos inexplicables, movimiento de objetos inanimados, materialización, olores extraños y ataques físicos.

Ya entrados en el tema, les comparto esta narración del famoso Caso del Poltergeist de Rosenheim:

Una mañana fría de noviembre de 1967. La mayoría de los empleados del abogado Sigmund Adam ya se encuentran en su puesto de trabajo de la ciudad alemana de Rosenheim. Una de las últimas personas que llegan es Anne-Marie Schneider, una secretaria de dieciocho años recientemente contratada.

Anne-Marie entró en el vestíbulo y se quitó su abrigo. Conforme ella pasó bajo una lámpara del despacho, ésta comenzó a balancearse, pero la chica no observó nada del fenómeno. Anne se dirigió hacia el guardarropa y el movimiento de la lámpara se intensificó. La lámpara del guardarropa comenzó a moverse. Un empleado que la había estado observando desde su entrada le gritó: ¡Achtung! ¡Die Lampe! Anne-Marie se acurrucó y se cubrió con su abrigo para protegerse. Instantes más tarde, la bombilla de la lámpara del guardarropa explotó, proyectando una lluvia de trozos de cristal en dirección a la joven secretaria. Segundos después, las lámparas dejaron de moverse. Todo parecía recobrar la normalidad.

Sin embargo el abogado estaba muy nervioso. Su oficina sufría una autodestrucción rápida y sus asuntos iban muy despacio. Los tubos fluorescentes del techo se averiaban constantemente. Incluso llegó a producirse una explosión fuerte de uno de ellos y estropearse toda la iluminación del edificio. Cuando el electricista examinó los tubos de neón se percató que éstos habían girado 90 grados interrumpiendo la conexión eléctrica. Apenas los hubo reparado todos, otro ruido violento se oyó y las luces volvieron a apagarse totalmente. Incluso cuando no estaban encendidas, las bombillas explotaban.

Los teléfonos también sufrían extrañas circunstancias. Las cuatro terminales sonaban al mismo tiempo sin que hubiera nadie al otro final del hilo. Las conversaciones telefónicas eran interrumpidas durante períodos cortos o cortadas para siempre. Las facturas de teléfono alcanzaron importes excesivos y en ella aparecían números que nunca había sido marcados.

Al principio, Adam y sus empleados sospechaban de una deficiencia del sistema eléctrico. Ingenieros de la central eléctrica municipal y de la oficina de correos acudieron para lograr detectar todo cambio de intensidad del flujo. Esto lo detectaban mediante equipos de control instalados sobre las líneas eléctricas. Estos equipos registraron fluctuaciones muy importantes del flujo, que a menudo coincidían con los fenómenos observados. También se conectaron aparatos de registro sobre los teléfonos para guardar rastro de todas las llamadas que se emitían desde las oficinas. Casi desde su puesta en marcha, los aparatos registraron llamadas enviadas desde las oficinas sin que nadie utilizara el teléfono.

El profesor Hans Bender de la Universidad de Fribourg, investigador reconocido en materia de poltergeists, llegó en compañía de unos colegas a primeros de diciembre de ese mismo año. Una semana después se reunieron con dos físicos del Instituto Max-Planck, especializados en la física de los plasmas, que comenzaron a buscar anomalías en la instalación eléctrica y telefónica. El equipo de Bender observó rápidamente que los fenómenos inexplicables y las perturbaciones de potencia se producían sólo durante las horas de trabajo. Y siempre tenían como centro la persona de Anne-Marie. A menudo, la primera anomalía registrada por el material de vigilancia se producía en el momento en el que Anne-Marie cruzaba el umbral de las oficinas por la mañana.

Desde que Bender expuso su convicción de que las perturbaciones eran debidas al PK, la actividad de poltergeist se intensificó. El equipo de Bender, así como los ingenieros de la compañía de electricidad y los oficiales de policía, llegaron a observar platos decorativos saltar de las paredes y cuadros mecerse e incluso girar alrededor de su gancho. Bender grabó lámparas que oscilaban y ruidos de detonaciones, aunque no pudo registrar los movimientos de los cuadros. Otro investigador sí pudo registrar un cuadro que efectuaba una rotación de 360 grados sobre su eje. El equipo de Fribourg observó cajones que se abrían ellos mismos y documentos que se desplazaban solos.

En dos ocasiones, un archivador de unos 150 kilos se alejó de la pared una treintena de centímetros. Mientras que se producían todos estos fenómenos los investigadores percibieron que Anne-Marie se encontraba cada vez más nerviosa. Llegó un punto que la joven secretaria manifestó contracciones histéricas en brazos y piernas. Cuando ella cogió unos días de descanso, los fenómenos cesaron en seguida en la oficina. Como si allí nada hubiera ocurrido nunca. Poco después Anne-Marie encontró un empleo en otra parte y en la oficina del abogado no volvió a suceder ningún fenómeno inexplicable. Aunque en las oficinas donde trabajó Anne-Marie posteriormente, comenzon a producirse perturbaciones increíbles. Aunque éstas nunca llegaron a ser tan intensas como en Rosenheim y poco a poco fueron cesando.

En más de treinta y cinco casos estudiados por el profesor Bender, éste siempre afirmó que el de Rosenheim fue el más impresionante.”

Por cierto, me topé con estos videos para complementar esta entrada sobre el Poltergeist de Rosenheim.

Click aquí para observar uno de los videos que documentan el caso

Aquí un par de videos sobre el Poltergeist de Rosenheim pertenecientes al programa Cuarto Milenio con Iker Jiménez:



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